Yo también quiero apuntar al norte, navegar con la brújula en la mano izquierda, cerrar los ojos y sentir el viento que golpea desde los cuatro puntos cardinales, marcar destinos, cambiar rumbos, construír círculos que representen infinitos, no perder de vista el horizonte... Yo también quiero adentrarme, yo también quiero guiarte, yo también quiero tocarte desde el sur de tus talones, por el oeste de tus manos y comprender por fin lo que estás pensando, en ese norte que no acepta preguntas y que ha decidido no dar explicaciones.
2 comentarios:
Encendida la piel es recuerdo encadenado
a la rosa de los vientos del destino
armado con espadas de verdades.
Raquel Huerta
Raquel, muchas gracias por tu hermoso comentario... "la rosa de los vientos del destino"
saludos cordiales!
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