No, Usted no tiene que tocar la puerta para poder entrar. ¡Por el amor de Dios, si lo he estado esperando todo este tiempo! Pase, póngase cómodo, tome asiento. De una vez le advierto, que voy a cerrar la puerta con llave porque no quiero dejarlo ir. Cerraré las cortinas porque quiero amarlo sin despertar envidias. No se asuste si de pronto siente movimientos extraños, este no es lugar de temblores pero entienda que además de esperarlo, este lugar al que ha llegado, debe bombear sangre e ilusiones.
6 comentarios:
Muy cierto, a veces no es necesario golpear ni pedir permiso...
Un gran abrazo.
Amiga
Te dejo un gran abrazo aca, porque no estoy segura de que leyeras el que te dejé en mi blog...
No tengo la menor duda de que lograrás lo que anhelas.
Muchas gracias amiga, ya leí también tu respuesta en tu blog, de verdad que me siento muy afortunada de habernos encontrado por "casualidad". Te mando un fuerte y cariñoso abrazo!
Los hilos de la vida son bien misteriosos... esta "casualidad" ha sido muy linda y me alegra que pasara.
Otro abrazo, desde Chile.
Muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy muy ..... muy muy muy hermoso.
Gracias gracias gracias gracias por compartirlo. Al leero sentí cosquillas en el estómago. jaja.
Besos.
Muchas gracias Veru!
Publicar un comentario