Esa de la foto tiene los ojos llenos de amor, lo abraza a él con su mirada, como no queriendo que sus rasgos se le borren de la mente. Sus manos están juntas, sus pies descansan sobre el mismo suelo arenoso, están juntos por una sencilla razón.
Un atardecer detrás de ellos anuncia que el día está por terminar pero la aventura de su amor estaba solo por comenzar. Él sonríe a su lado, toca con su brazo su espalda descubierta, ella corresponde al gesto inclinándose un poco a su costado.
Se aman y todo en ellos parece como un cuento de hadas, salvo por el hecho de que yo los reconozco, en los ojos de ella veo los que algún día fueron mis ojos, esos que ahora mismo revisan cada detalle de la foto, esos que también pueden ver que nunca he vuelto a ser tan feliz como aquellos días en que creí que mi final feliz estaba cerca. Irónicamente nunca estuve más lejos de la felicidad y hoy que son otras las manos (ahora vacías) que toman esta foto, en un día de nostálgica lluvia, quiero mandarle luz y bendiciones a aquel que amo en mi corazón aunque ya no puedo amarlo en mi vida.
Un atardecer detrás de ellos anuncia que el día está por terminar pero la aventura de su amor estaba solo por comenzar. Él sonríe a su lado, toca con su brazo su espalda descubierta, ella corresponde al gesto inclinándose un poco a su costado.
Se aman y todo en ellos parece como un cuento de hadas, salvo por el hecho de que yo los reconozco, en los ojos de ella veo los que algún día fueron mis ojos, esos que ahora mismo revisan cada detalle de la foto, esos que también pueden ver que nunca he vuelto a ser tan feliz como aquellos días en que creí que mi final feliz estaba cerca. Irónicamente nunca estuve más lejos de la felicidad y hoy que son otras las manos (ahora vacías) que toman esta foto, en un día de nostálgica lluvia, quiero mandarle luz y bendiciones a aquel que amo en mi corazón aunque ya no puedo amarlo en mi vida.
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