Cuando el "aún te amo" se convierte en un grito de desesperada soledad, cuando esas tres palabras sentencian el peor de los presagios, cuando el dolor clama piedad y la ausencia se transforma en presencia cotidiana, es el momento de decidir entre caminar hacia la resignación o regresar al pasado.
2 comentarios:
Let it go...
Totalmente de acuerdo, solo hay una opción, ver hacia adelante!
Saludos David
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