lo que inevitablemente vas a encontrar...
martes, 19 de julio de 2011
Él
Huelo la melancolía,
se aproxima sigilosa
paso a pasito,
para no llegar de golpe,
y quedarse de a poquito.
Siento ya la soledad.
Me abraza despacito,
llena todos mis vacíos,
se apodera de mis miedos,
me asfixia la razón
y manda callar al corazón.
Veo que va llegando
un viejo conocido del pasado,
enemigo de mis sueños,
tormento de mis días,
insomnio de mis noches,
verdugo de futuros.
Ése que goza con mi incertidumbre,
que se regocija con mis ansias,
el que ríe con ironía,
el que camina seguro y altanero,
el que no ha amado nunca.
Yo no lo llamé y sin embargo,
no falta a la cita con mi destino,
llega siempre puntual,
con sus augurios destructores,
con sus ganas de arruinarme.
Llegó y golpeó la puerta,
y al oírlo me resigné a abrirle,
a dejar entrar sus muertes,
a permitir que se escapara mi alegría,
pero alguien tomó la iniciativa,
se adelantó a abrir con fuerza,
lo miró a los ojos y de un portazo
el viejo conocido escuchó
que yo ya no estoy sola.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Yo le llamo Ruth Ramírez Vargas... ay, mi hermanita!
Publicar un comentario