Ella se levantó para ponerse la pijama que él le había prestado, en esa noche en que los dos eran felizmente fugitivos de sus vidas.
- "Hace mucho que no hacía el amor", le dijo su Diego, mientras la tomaba otra vez entre sus brazos.
Ella le regaló una mirada de ironía.
- "No te creo", le dijo viéndolo de frente. "Tú mismo me has contado de tus amores fugaces, de tus aventuras con estrellas intermitentes".
- "Hace mucho... que no... hacía el amor", volvió a decir su Diego viéndola con esos ojos de melancolía, "Hace mucho que no hacía el amor". Lo repitió bajito, como diciéndoselo ahora a él mismo.
Y ella cerró sus ojos y apretó sus labios para no decir nada más, no había palabras que valieran, quería guardarse ese momento en el que había entendido que ella también tenía mucho sin hacer el amor.
1 comentario:
Libia me encantan todas tus letras, soy fiel seguidora de ellas.
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