Antes sólo bastaba enamorarse...
hoy además, debo enamorarme del
hombre correcto, pero ¿quién puede atreverse
a decir que él no es el indicado para mí?
Que se lo digan a mi corazón para que escuchen
que no me importa contra qué tenga que luchar
pero no voy a dejarlo ir, sencillamente porque él
pinta mis mañanas de felicidad y me ha enseñado
a tener fe y a ir con los ojos cerrados
aún cuando el mundo se empeñe en decir
que no podemos estar juntos.
¿Quién es el mundo para quererme separar de él?
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