NOTA: ESTA ES LA PRIMERA PARTE DE UN EJERCICIO DE NARRATIVA EN EL QUE ESTOY TRABAJANDO... HA RESULTADO MUY INTERESANTE Y ESTOY A PUNTO DE PONERLE UN FINAL... DEJO EN TUS MANOS EL COMIENZO... PRONTO LO LEERÁS COMPLETO...

Sí, es cierto señor Juez... yo la maté...
No, no me declaro culpable, he dicho que la maté, pero jamás que soy culpable... la culpa es la compañera del remordimiento, y yo Señor Juez, no podría arrepentirme nunca de haberle arrebatado la vida.
No, una vez más le digo que no. Mi abogado se equivoca.
Su muerte no fue ocasionada por un estado de ofuscación, ni por un arranque de furia obsesiva de mi parte. Durante semanas busqué la forma de matarla lentamente, quería que poco a poco se fuera quedando sin aire, sin fuerza.
¿Premeditado?, ¡claro que fue premeditado!, pensé mucho como llevarlo a cabo; utilizar un arma habría sido demasiado grotesco, las pistolas son para los que tienen poca inteligencia, y yo Señor Juez, soy una dama, una dama con mucha inteligencia.
Ahorcarla o asfixiarla... sí lo pensé... pero no, mis manos son demasiado débiles, además podría haber estropeado mi manicure. Ella seguro me habría rasguñado y odio tener marcas en mi cuerpo. No definitivamente esas no eran buenas opciones. Así fue que decidí envenenarla...
¿Cínica? no Señor Juez, la cínica siempre fue ella, sólo que ahora está muerta y ya no puede sonreír con esa mirada hipócrita que parecía decirme "aún ahora soy mejor que tú".
¡Mi abogado miente!, ya le dije una y otra vez que no estoy loca. No padezco de mis facultades mentales, como quieren hacerles creer a los miembros del jurado.
El fiscal podrá decir todo lo que quiera, pero estén seguros de una cosa, ella no era la santa que ustedes piensan, yo le quité la vida, pero era una vida que no merecía. Sí, es cierto... yo le arrebaté el futuro, pero ella, mucho antes, me quitó el presente.
Mentira!, ella nunca fue mi amiga, nunca hubiera podido serlo. Yo escojo muy bien a mis amistades... no voy a engañarlos, en algún momento llegué a creer que podíamos serlo, pero no, ella no encajaba, era demasiado superficial.
Además si hubiera sido mi amiga, ¿Cree Usted Señor Juez, que se hubiera enredado con mi esposo? No verdad, entonces ¿ahora entiende porque no era mi amiga?
Pregúntele a ese infeliz... él tendría que estar justo en esta silla donde hoy estoy sentada, es él el que debería tener las manos tras la espalda... ese que Usted ve ahí de camisa azul... ese sí debería ser declarado culpable.
¿Asesinato por celos? no, nunca lo hubiera hecho por eso, mis motivos son mucho más serios.
La maté Señor Juez, simplemente porque ya no deseaba que sus ojos me siguieran diciendo "aún ahora soy mejor que tú", porque podría haber pasado por alto el engaño, ¡pero que ella se creyera con el derecho, y el descaro de creerse mejor que yo!, eso nunca.
¡Pero qué tontos son sus peritos Señor Juez!, mire que buscar veneno en su cuerpo, ¿quién dijo que la maté con cianuro? Yo dije que la había envenenado, pero jamás que le hubiese dado algo de beber... el veneno que utilicé fue mucho más efectivo: tal vez ustedes lo conocen, pero no aparecería nunca en uno de sus exámenes periciales... ese veneno es...
la intriga...
¿No me cree Señor Juez?, es cierto lo que digo... la autopsia revela que murió como consecuencia de los traumatismos craneoencefálicos, ocasionados por el choque de su vehículo en contra del muro de contención... pero no, no fue el choque lo que ocasionó su muerte, fue lo que iba pensando esa noche, lo que la llevó directo a tener ese accidente... y es ahí donde quiero que se reconozca mi participación...
Yo coloqué astutamente esos pensamientos en su cabeza.
Ay Señor Juez, no me mire de esa forma... ella se lo merecía...
No, no voy a callarme abogado... no hice todo esto para después permanecer en el anonimato, es más, está usted despedido, no necesito más defensa que mis palabras.
¿Puedo continuar Señor Juez?
Gracias. Seguro se estará Usted preguntando: ¿como fue que inició todo esto?... bueno pues si el mecanógrafo está listo comenzaré a contarle...
Todo comenzó hace 3 meses, aquel día ella me invitó a tomar un café. Nos vimos en la cafetería de siempre. "Un expreso y un capucchino por favor"
Mientras ella ordena, (sin consultarme, por cierto), observo detenidamente sus labios, exageradamente rojos... su cabello teñido y rizado que me recuerda el de una muñeca de porcelana que tuve en la infancia, por más que lo peinaba, siempre terminaba con su melena esponjada... Ella era un misterio para mí... no trabajaba y siempre tenía dinero, vivía en un hermoso departamento y no le faltaba nada.
Había algo en ella que me provocaba desconfianza, pero al mismo tiempo su libertad me impresionaba. Reconozco que nunca me cayó bien del todo...era extraña, como sacada de una novela de suspenso ¿entiende cómo? Sí, así como si yo, de alguna manera, tuviera que descubrir o sospechar algo de ella. La realidad es que no sospechaba nada, pero parece que mi intuición iba un paso adelante.Yo a ella sí le caía bien, eso podía sentirlo. Acostumbraba contarme todas sus cosas.
Esa mujer nunca iba al grano... pero ese día, contrario a los anteriores, entró de lleno en el tema...
"Estoy saliendo con alguien" dijo sonriendo
"Vaya que sorpresa", contesté, "ya era hora de que sentarás cabeza".
Bebió un poco de su café y dijo: "Sí, él es maravilloso, en verdad me ama"
"Pues esas sí que son buenas noticias" agregué.
"Sólo hay un pequeño problema... vive con alguien más"
"¿Cómo que vive con alguien más?, es... ¿casado?" pregunté ilusamente sorprendida.
"Sí pero hoy por la noche dejará a su esposa, no es algo de ahora, ellos ya no se aman, y él estaba con ella sólo por lástima, ha compartido tanto con ella, que no era sencillo dejarla sola".
Estaba sorprendida de la frialdad con la que hablaba... "Bueno, no sé que decirte, ¿estás segura de lo que haces?", la volví a cuestionar...
"Por supuesto, sólo que quiero pedirte un consejo, voy a buscar a la esposa, quiero decirle que si él la deja no es por mí... él se va porque ella no supo comprenderlo... no quiero que me guarde rencor y además quiero exigirle que no lo vaya a buscar más, porque él desde hace unos meses es mío".
Reflexioné sus palabras y le contesté que no era correcto, que pensara en lo que sentiría esa pobre mujer... ella solo agregó... "¿pedimos la cuenta?"
Era casi la media noche cuando nos despedimos, quedamos de llamarnos para vernos la próxima semana. Nos dimos un beso en la mejilla... quité la alarma de mi auto, ella caminando se dirigia al suyo cuando alzando su voz me dijo: "Sabes, en el fondo, él la dejó porque aún ahora, yo soy mejor, mucho mejor que ella..." Yo sólo me encogí de hombros y le deseé suerte... una suerte que desde ese momento supe que no se merecía.
CONTINÚA...
4 comentarios:
Que interesante....
No es lo que paso....
Tampoco lo que pasa....
Es lo que pasara.
Fernando Macias
Filosofo Bartiano
Interesante!!
Es poco comun encontrar a alguien q pretende desnudar sus sentimientos, en letras.
Aqui me tendras como lector.
un abrazo.
Escrito de altura que motiva seguir el desenlace. Me cautivaron las letras escritas tan bien que llevan al levctor a imaginar cada escena. Por favor la segunda parte.
AHECA
sé que me he tardado en publicar la segunda y hasta tercera parte pero ya estoy poniéndole punto final a ésta historia es solo que será parte de una antología que pronto les daré a conocer...
muchas gracias por su interés!
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