lunes, 22 de enero de 2007

"Porque he querido quererte a través de los años y ha pasado el tiempo de nuestro amor"


Vivo esperando que se me acaben las horas...
Al amanecer abro los ojos

con la única esperanza de que anochezca,
para ver si con el paso de los días
te voy queriendo menos.


Me alimento de recuerdos, bebo a sorbos la nostalgia y he anclado mi vida al pasado.
Cada noche trato de esconderme de las estrellas que quieren mostrarme como será mi futuro, y es que por ahora no estoy segura de querer saber que no estarás en él.
Estoy perdida y no sé si quiero encontrarme; porque encontrarme significa regresar a tí.
Olvidé como se veían mis manos sin las tuyas, pienso en mí e inevitablemente pienso en tí; en tus abrazos, en tus ojos color aceituna, en tu boca, en tu risa, esa de la que me enamoré y la que me trajo hasta aquí.
No sé por cuánto tiempo más soportaré estar con esta loca, melancólica y ausente en la que me he convertido, ¿o es que así soy sin tí?, ¿será que la alegría y las sonrisas me las prestaste cuando estuviste conmigo?, ¿será que te has llevado casi todo lo que era tuyo?... Olvidaste algo corazón, olvidaste algo.
Sí es cierto. Pasamos de ser dos que se enamoraron a ser dos, simplemente dos.
¿Algún día podré verte y sentir que no te amo?, ¿podré alegrarme de tu felicidad sin ser parte de ella?
Mi corazón tiene una fuga de odios, de palabras no dichas, de rencores, de besos no dados; tengo que drenarlo, sacar los fantasmas,lo que tanto daño nos hizo.
No podría arrepentirme nunca de lo que vivimos, ¡me enseñaste tantas cosas!, llegué sin nada y me voy con tanto.
Es el momento de decir adiós.
Llegó el día de verte partir, llevándote contigo aquella tarde de abril en la que nuestros caminos se cruzaron cambiando para siempre nuestras vidas...
Sé por que te vas.
Te vas porque de pronto se acabo tu locura y viste justo lo que yo veo a diario en el espejo: la realidad.
Te llevaste todo lo que te pertenecía pero sabes, olvidaste algo...
Olvidaste que yo también era tuya, tan tuya que hoy me siento ajena en mi propio mundo... ¡Me olvidaste aquí y olvidé tantas cosas!
Recuerdo la luz roja del semáforo, pero no recuerdo si no quisiste llevarme más contigo o si fui yo la que no pude continuar más a tu lado.
Nunca ha sido fácil estar conmigo pero tú lo hacías ver tan sencillo.
Tengo que seguir adelante, pero antes de hacerlo necesito arrancar tu nombre de mi memoria; antes de soñar de nuevo tengo que olvidar la maravillosa sensación de tocar tu piel.
El tiempo pasa, la vida continua, eso lo sé pero, ¿sería mucho pedir que me amaras siempre un poquito?, no importa que vuelvas a enamorarte de alguien más ¿podrías guardar un pedacito de nuestra historia en tus recuerdos? de modo que cuando nos volvamos a ver, aún cuando el tiempo haya transformado nuestro aspecto, podamos reconocer en el otro el enorme e irrepetible amor que un día nos tuvimos, ¿podrías hacerlo?
Sé que no nos mentimos cuando soñamos una vida juntos, en verdad lo queríamos, pero no siempre se puede hacer lo que se quiere.
No va más. Lo sabemos y no hay nada que podamos hacer.

Sin importar a donde vayas, siempre estarás aquí.


Gancho


2 comentarios:

Hel Taranis dijo...

mujer, me encantó este escrito... es como si de repente te hubieses metido en mis pensamientos y escribiste todo akello ke no soy capaz de decir.
te sigo leyendo.
besos

Libia García dijo...

TU OPINIÓN ADQUIERE UN VALOR ESPECIAL PARA MÍ, VINIENDO DE UNA ESCRITORA TAN TALENTOSA COMO TÚ... SABES QUE TUS ESCRITOS ME HAN ENCANTADO Y ESPERO QUE NO SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE OBSERVO UNO DE TUS COMENTARIOS SOBRE LOS MÍOS!!!
SALUDOS AMIGA COLOMBIANA