jueves, 1 de noviembre de 2007

AUSENCIA

...y ahí estabas tú, perdido en la noche

como si hubieses estado esperándome todo este tiempo...

translúcido, inmóvil, con la mirada perdida.

Escuchaste mi pasos en la calle solitaria,

sólo la luz azulada de la luna nos observaba

no había nadie, ni siquiera el viento quiso quedarse,

me observaste con esos ojos tan cálidos y tan llenos de luz

como queriendo grabar en tu recuerdo cada centímetro de mí.

Mi corazón sabía que te amaba por eso latía con fuerza,

me acerque nerviosa, tantos años de ausencia

y aún sigo amándote como el primer día,

nada ha cambiado desde entonces y sin embargo hoy somos otros,

tan distintos de los que un día fuimos...

Pronuncié tu nombre con los labios temblando

más por nerviosismo que por frío,

bajó la lluvia por tus ojos y no supe si llorabas

un mal presentimiento se apoderó de mí

cuando se te cayó el amor de la mirada

y con voz muy bajita me dijiste:

"La ausencia no perdona, la falta de tí, de tu olor, de tus caricias, de tu calor, me hizo tanto daño... No daré más vueltas, ni siquiera te explicaré como pasó, ya no soy libre, uní mi vida a alguien a quien amo... estoy casado y soy feliz..."

Me quedé inmóvil y escuche tus pasos alejarse,

y ahora ahí estaba yo, perdida en la noche,

translúcida, con la mirada perdida y sin ganas de marcharme.

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