Resucitó...

Creí que no volvería a latir

pensé que no quería volver a sentir
y hoy de pronto deja atrás la tranquilidad,

y comienza a latir renovado,

mucho más fuerte, mucho más intenso

está lleno de paz y vacío de resentimientos

quiere gritarle al mundo que se ha enamorado

pero calla por no levantar las olas contenidas.

Sé que está feliz, y lo sé porque siento

que no sólo bombea sangre a mi cuerpo,

hoy también hace correr por mis venas

la total plenitud, la magia que da la ilusión

y la bendita dicha de saber

que él por fin ha llegado

y que no se marchará jamás...