
Irse no significa llevarse consigo.
Hay una parte de nosotros
que se queda con el otro.
Esa es la razón
por la que al marcharnos,
el alma se parte en dos,
una se va,
pero la otra se queda,
y se queda para siempre.
Puedes no estar,
pero sigues estando.
Se requiere valor para dejar atrás,
pero se necesita mucho más que eso,
para acomodar vacíos,
para llenar soledades.
Marcharse es una decisión personal,
quedarse en el corazón del otro, no.
Eso solo depende
de cuánto se empeñe
cada uno en seguir siendo.
Todo esto es solo para decirte,
que tal vez tu realidad sea otra,
pero la mía es ésta.
Lo cierto es que no estás
pero... sigues estando.
1 comentario:
Un poco de valor y un mucho de terquedad para dejar atrás. Y al final, lo único cierto, es que no está ... pero sigue estando.
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